Yo...

Buena vida tengan todos, mi nombre es pedro lahuella y así como me ven

(en realidad aquí no me ven, me leen),

yo no existo, soy una ficción,

me vuelvo materia a través de palabras escritas,

me convierto en sonido a través de la voz de un mortal,

y esparzo mis ideas a través de una construcción castellana:

soy un artilugio enlatado en un fragmento del tiempo y del espacio,

¿para qué?

Esa es una pregunta que me es común a la vida misma

de los que están formados de la materia a la que llaman carne y hueso,

en eso nos igualamos:

en el misterio de existir, atribulados de incógnitas.




(haciendo click en las imágenes podes verlas en tamaño más grande.
)

sábado, 6 de octubre de 2007

A Juana Moro

Reverberantes murmullos de tus acciones mujer,
ecos que quedan flotando,
y cuerpo saben tener:
inspiración, alegría.
Hemos perdido la fe,
pero tu historia nos cuenta que igualmente, en el fin mismo,
algo puede suceder.
De boca en boca, como en los más remotos tiempos,
tus actos se han mantenido y tu mote:
-La emparedada-,
lleva en su signo una carta de esperanza:
-La resucitada-,
debería ser ahora tu mote.
Aunque no hubiere tenido más fe.




Juana Moro -1785/1874- fue una mujer nacida en Jujuy, que durante las guerras de independencia, lideró en Salta, junto con Doña Loreto Sanchéz de Peón, una red de espionaje femenina conocida como Las Mujeres de la Independencia. Condenada -en 1814- a morir emparedada en su casa, tras un sitio realizado por los españoles al mando de Joaquín de la Pezuela; finalmente Juana fue puesta en libertad al terminar el sitio y continuó con su tarea patriótica. Luego formaría parte de una lucha también muy larga: los reclamos por los derechos de las mujeres de tener voz y voto en las cuestiones de la vida política y social. Juana fue emparedada a la edad de 29 años, pero murió casi centenaria.

2 comentarios:

Milena dijo...

Congratulaciones, Pedro!!!!!!!!!!!!
Me gusta tu blog........
Leeré con más detalle los contenidos,
nos seguimos viendo!!!!!!!!

Raquel Barbieri dijo...

Gracias por haberme invitado a leer tu blog, Lahuella. Me alegra que te expandas en el ciberespacio y que sumes a tus poemas, los dibujos.

(Para dar un toque de comicidad, iba a hacer mención a una docente extranjera que supo darnos un taller, otrora en una institución quasi sacrosanta... os acordáis de todos modos)

My best,
Rachel:)