Así es mi abuela,
surgió de la vida
y está entregada a la vida
como una flor del prado esmerada en su palpitar.
Torrente de ganas
que ha sabido surcar el espacio de su tiempo.
Así es mi abuela,
embanderando en su piel
las huellas de su hacer.
Así la hubiese preferido
de haberla elegido.
surgió de la vida
y está entregada a la vida
como una flor del prado esmerada en su palpitar.
Torrente de ganas
que ha sabido surcar el espacio de su tiempo.
Así es mi abuela,
embanderando en su piel
las huellas de su hacer.
Así la hubiese preferido
de haberla elegido.
Cómo no adorar esas marcas profundas
si están corroborándome las historias que de niño he oído.
Si descubro en sus surcos el candor de la existencia misma,
el documento de sus angustias,
el cause de sus alegrías.
Cómo no adorar la piel que ha atravesado las barreras de los cambios
si en sus arrugas veo la verdad de nuestro tenor.
Así es mi abuela,
como la fruta madura que se sostiene en el árbol,
surgió de la vida
y está entregada a la vida,
¿cómo no venerar la cualidad de permanecer
aún cuando todas las creencias se esfuman
como se escapa la arena de los puños que tratan de asir lo conocido?
Así como esa fuerza
así es la belleza de sus arrugas
trazos que ha dibujado el tránsito de las emociones
de este misterioso proceso que es vivir.
si están corroborándome las historias que de niño he oído.
Si descubro en sus surcos el candor de la existencia misma,
el documento de sus angustias,
el cause de sus alegrías.
Cómo no adorar la piel que ha atravesado las barreras de los cambios
si en sus arrugas veo la verdad de nuestro tenor.
Así es mi abuela,
como la fruta madura que se sostiene en el árbol,
surgió de la vida
y está entregada a la vida,
¿cómo no venerar la cualidad de permanecer
aún cuando todas las creencias se esfuman
como se escapa la arena de los puños que tratan de asir lo conocido?
Así como esa fuerza
así es la belleza de sus arrugas
trazos que ha dibujado el tránsito de las emociones
de este misterioso proceso que es vivir.